Si hay algo de
ritmo aquí, seguro
es marcado en...
forma auditiva por los resortes del lecho donde ocurre el mayor traqueteo de la escena. "Todo sea por La Fraternidad" se deben haber dicho Sebastian Rivers y Jesse Santana, ya que conminados por los capos de Lambda Lambda (o el nombre que prefieran, siempre que sea con letras del alfabeto griego) cometen un par de ilícitos: el primero, ingresar en propiedad privada, no les resulta nada difícil pero para el segundo (hacerse de un ídolo de madera - ¿O es piedra? - a la Halcón Maltés) las cosas se complican ya que, luego de descubrir vía portarretrato de que el dueño de casa es gay, escuchan ruidos escaleras abajo, y deciden esconderse bajo la cama, donde encuentran lo que están buscando pero Santana tiene un bonus extra: es cazado por los pies por el muy fuerte Tyler Saint, quien le pregunta que hace allí, a lo que Jesse responde que está enamorado de el (de Tyler, OK). El santo mayor no cree que el jovenzuelo sea gay, pero este le demuestra que sin lugar a dudas lo es, situación que el de barba candado (Rivers) aprovecha para huir con el trofeo buscado. Los que quedan intercambian buenas felaciones, luego de lo cual don Saint le da al imberbe para que tenga, guarde, ahorre y además reparta. Resumiendo, ¡Uno para los fanas de las Daddy-Son! 180 MB - AVI - 320 - 27:17
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