me refiero a ninguna persona con título nobiliario real sino al piercing que algunos caballeros llevan en su miembro masculino y cuyo fin, dicen, es dar placer a los participantes de un encuentro sexual, sean 2 o mas, supongo. En mi modesta opinión, y habiendo tomado contacto con algún poseedor de tal adminículo, el único que goza en esas situaciones es el poseedor del mismo, pero tampoco podría asegurarlo del todo ya que no soy circunciso y jamás me haría un agujero o menos un piercing en mi anatomía como para tener tal experiencia. Toda esta introducción viene a cuento de que en esta escena, protagonizada por el ascendente, barbado, algo velludo, algo mas ilustrado y versátil Maxime Fuuq y por el casi idem pero en los inicios de uno osunidad polar Colin Roberts, el poseedor del principesco aparato es este último, que salvo por una buena felación por parte de Maxime, no recibe mas acción en esa zona; es mas, Fuuq lo penetra a diestra y siniestra, antes y después del climax, por lo cual entenderán que aquí hay bareback del actual. No les contaré mucho mas, salvo que no se ve si Roberts acaba, así que la experiencia queda trunca de cierta manera. En pocas palabras, ¡30 minutos calientes a pelo!
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