"Clavados en el Cuello, por Hoy..." continúa la canción y no hay mejor fecha que La Noche de Brujas para utilizarla, salvo que lo hagamos durante el próximo Eclipse Galáctico (¿?) si es que lo que ocurre en The Strain se da en la no ficción diaria (¿¿??). Hoy me decidí por seleccionar 3 ejemplos 3 de lo que pasa cuando el Porno Gay se cruza con Lo Vampírico y los citaré en orden cronológico: del pleno precondom de 1983, el autoconsciente (un par de décadas antes de Crepúsculo) vampiro que encarna el rubio Tim Kramer, decide no hincar sus colmillos en su nuevo amor pero a fin de alimentarse apropiadamente... ¡Ataca un Banco de Sangre californiano!; por suerte sólo se aprovecha de la bolsa recolectora de un voluntario, que huye despavorido, cosa que no imitan ni el director médico del lugar (el bigotudo Max Montoya) ni el voluntario que estaba atendiendo (el descacharrante Doug Weston) que, por el contrario, terminan haciéndolo bajo la atenta mirada de Kramer que luego huye antes de que amanezca; luego, en una tormentosa noche de 1993, el aquí ya conocido Steve Liparti irrumpe en el domicilio del bello Dillon Reid, a quien encuentra en la cama, lo que deja todo servido para lo que ya se imaginan pero no para el ¿sorprendente? desenlace de este particular encuentro; finalmente, LO MEJOR ocurre a fines del siglo pasado cuando el dios latino (y debutante en CP) John Sexton irrumpe a manera de excusa en los aposentos de los hermanos y vampiros que juegan los insaciables (en muchos sentidos) Jacob Scott y Doug Jeffries, que luego de una resistencia inicial bajan la guardia y le dan lugar a una diversión de las bien altas donde se dan casi todas las instancias de acción tripartita posibles, aunque el esfuerzo que le ponen termina siendo... Resumiendo, ¡Uno(s) para disfrutar e imitar con el dracu dracu de rigor!
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