Aventura de las manos
las piernas se abren con la presión
de las yemas hacia arriba
es mejor un poco de violencia
que el balido torpe del burgués
cuando se aparea sin gracia
En la noche
a espaldas del carcelero
besos duros
y tirones de la piel lastimada
Fuera la ropa
y los prejuicios
Kilómetros de piel
visitados en minutos
por la lengua ávida
de suavidades
Es una invitación
a hundirse en el otro
Pronto
que envejecemos
Reynaldo Sietecase, EL TIEMPO QUE PERDEMOS
.
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